He vuelto a Perú, y en esta oportunidad pude conocer una parte del territorio que es poco recorrido por el visitante español a pesar de la riqueza de su patrimonio: el norte peruano. Nuestra puerta de entrada fue Trujillo.
Estamos a sólo hora y media de vuelo directo desde Lima. Una ruta muy transitada por peruanos y extranjeros Estos últimos son fáciles de diferenciar: van cargados de tablas de surf, mochilas, gorros incas con bermudas y pieles rojas llenas de pecas. Un consejo: ten paciencia. El clima de la costa de Trujillo suele llevar nieblas al aeropuerto y los primeros vuelos del día pueden demorarse. De hecho, el nuestro salió con mas de 2 horas de demora y obligó a adaptar todo el programa del día. Pero llegamos a hacerlo todo.
El programa incluía todo lo que puede verse tomando como base la ciudad de Trujillo:
* El centro colonial de Trujillo.
* El sitio arqueológico de Chan Chan.
* El Balneario de Huanchaco.
* Las Huacas del Sol y la Luna y el Museo de Huacas de Moche.
Comencemos con la visita a Trujillo.
Es esta una típica ciudad colonial de Latinoamérica. Fundada en 1535 por Pizarro y actualmente la tercer ciudad de Perú con algo mas de 700.000 habitantes.
La visita se inicia forzosamente por su plaza central, o Plaza de Armas, ya que el hotel Libertador donde nos alojábamos ocupa una de las esquinas protagónicas de la plaza. La arquitectura que rodea la plaza es absolutamente hermosa, casonas y palacetes coloniales vestidos de vibrantes colores que se acentúan con la luz de un cielo limpio y el aire seco y cálido que caracterizan a Trujillo todo el año.
La Plaza de Armas fue diseñada por Martín de Estete por pedido de Diego de Almagro, en 1534, siguiendo el modelo traído de la “Madre Patria“: plaza central, cuadrícula de calles y rodeando la plaza los poderes del gobierno, la iglesia y el comercio. La actual Avenida España circunvala el centro histórico y fue construida a mediados del siglo pasado sobre el trazado de la antigua Muralla de Trujillo. Lamentablemente, nada queda de aquello.
De aquellas primeras construcciones y de las que le dieron forma a esta ciudad con el paso de los siglos, encontraremos unos cuantos buenos ejemplos en el centro histórico de Trujillo. Las calles adyacentes nos regalan balcones con celosías, zaguanes, portones antiguos, entradas convertidas en tienditas, patios devenidos en galerías de exposiciones. Y unas cuantas iglesias que nos cuentan la historia de la Iglesia por estos pagos:
* La Catedral (1647-1666)
* La Iglesia del Carmen (s.XVIII)
* La Iglesia de la Merced (s.XVII)
* La Iglesia de San Agustín (s.XVI)
En todas encontraremos excelentes ejemplos de la escuela cuzqueña de pintura, en el que las imágenes tienen un halo naïf con un altísimo grado de detalle y el uso de materiales nobles. Esta rica decoración está presenta también en la Catedral de Trujillo, ese magnífico edificio amarillo que domina la plaza y concentra gran parte de la vida social del centro histórico. Es que en Perú las iglesias se viven, las vemos llenas de gente, con entradas y salidas de lugareños (y no sólo turistas que entramos “para la foto“). De altares barrocos y rococós, el interior blanco refleja la intensa luz que se filtra por las ventanas superiores. La Catedral cuenta con un Museo donde se exhiben hermosas piezas de oro y plata de la época colonial.
Junto a la Catedral hay un edificio azul (se ve en la foto del inicio) que es el Arzobispado de Trujillo. Esta institución fue establecida el 15 de junio de 1577 por Bula del papa Gregorio XII por instancia del Rey Felipe II.
Recuerda llevar tu seguro de viaje (con 5% de descuento para nuestros lectores)En la esquina junto a la Catedral se encuentra el Hotel Libertador que ocupa una casona colonial y tiene una ubicación privilegiada. A su lado se sucede una serie de casonas azules, amarillas, rojas. Una de ellas, curiosamente, ocupada por el ¡Consulado de Austria! Cada una de ellas con sus balcones y ventanas con hermosas herrerías blancas de abigarrado diseño.
Este tipo de edificaciones rodea la plaza por sus cuatro calles y allí encontramos entre otros al Palacio de Gobierno de la Ciudad. También encontramos la Iglesia de la Compañía de Jesus, que hoy está en manos de la Universidad Nacional de Trujillo donde estudiara el poeta César Vallejo. En los alrededores se encuentra también el Museo dedicado a su figura.
El Centro de la Plaza de Armas está ocupado por el Monumento a la Libertad, inaugurado en 1929. Construido en Alemania, navegó hasta esta ciudad peruana para homenajear la independencia de Trujillo y algunos hechos históricos como la Batalla de Junín y la de Ayacucho.
Desde la plaza tomamos una de las arterias principales de Trujillo: la calle Francisco Pizarro. Allí se reúne la vida urbana, se continúan magníficos edificios coloniales y encontramos todo tipo de tiendas. Pasando la Iglesia de La Merced, nos encontramos con la casona donde se gestara la Independencia de Trujillo y hoy se ha convertido en una galería de exposiciones gestionada por el banco español BBVA: la Casa de la Emancipación.
Como detalles curiosos, en el camino nos cruzamos con varias tiendas muy interesantes. Por supuesto, nuestros pasos se internaron en un par de tiendas donde se venden dulces. La gastronomía no podría quedar fuera de la visita a Trujillo. Y es que esta ciudad es conocida en todo Perú por el famoso King Kong. Se trata de un alfajor con varias capas de galletas y entre ellas rodajas de piña, dulce de maní (cacahuete) y “manjar blanco” (una mermelada extremadamente dulce). Encontrarás King Kongs de todos los tamaños y formas. Por lo general rectangular o enormes alfajores circulares que se cortan en porciones.
Este dulce es originario de Lambayeque (un poco mas al norte) y parece ser que su nombre cambió de “alfajor de Trujillo” a “King Kong” en la época en que la película del mismo nombre se estrenó en Perú. Este postre megadulce es tan importante en la industria local que hasta existe una Asociación de Productores del King Kongs.
Lo probé. Pero la mezcla de piña con maní superó mi umbral gustativo y el exceso de dulce embotó a mis pobres papilas. Encontré otros sabores peruanos que me deleitaron. Pero de gastronomía, hablamos otro día.
Ver Trujillo, Huanchaco, Huacas y Chan Chan en un mapa más grande
1 Comentario
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