De cómo conocí los calabozos americanos por culpa de unas “simples luces”
Sí, lo confieso. He probado el frío del calabozo en una gélida noche de Washington. Y por unas “simples luces”. Que no se trata que estuviera un poco aturdida, ni bebida, ni que me hubieran abducido unos pequeños personajes verdes atraída por las luces de la nave nodriza. Noooo. Hoy… Read More →