Dime qué pasaporte llevas y te diré cómo pasas fronteras. Quienes hemos cruzado muchas, sabemos que ocurre. Que hay pasaportes de primera y otros a los que revisan una y mil veces. Que mas allá de los acuerdos internacionales, si tu pasaporte lleva el escudo de un país “non grato” por la razón que sea, tu embarque o entrada será mas lenta y dificultosa aunque tengas todos los papeles en regla.
Hace tiempo que sigo su trayectoria. Que leo sus tweets desde Cuba (, por ejemplo), me ha dado campo para que me tome una confianza unilateral y me sienta más cerca suyo. Una tontería, porque no creo que ella me registre.
Yoani Sánchez no necesita presentación especial. Su activismo en la red, su simple voluntad de libertad (tan simple como pueda ser viviendo en Cuba), su valiente letra, se han ganado el respeto de muchos. El mío.
No voy a entrar hoy en discusiones políticas ni abundar en su fiero curriculum, sino que voy a transcribir algunas frases de un post que publica para dar a conocer una faceta, que por administrativa, no deja de ser bochornosa y repudiable: la realidad de los cubanos que, después de pasar penurias para conseguir un permiso para salir de su país temporalmente, vuelven a sentirse apuntados por un dedo vergonzoso y burocrático al momento de volver a su propio país.
Quienes viajan por el mundo con pasaporte “de primera” (Estados Unidos, Unión Europea, Suiza, etc. etc.) no imaginan lo que es intentar cruzar una frontera, abordar un vuelo o pasar Migraciones en un país que no te desea, que te mira de reojo según el color de las tapas de tu documento.
Pero Yoani nos cuenta ya el colmo… cuando el que te mira de reojo es un empleado que sigue órdenes de tu propio país de origen.
“Pero si tienes un pasaporte azul con el escudo de la palma solitaria, entonces el tratamiento es diferente. Para los oriundos de la mayor de las Antillas, los aeropuertos nunca son sitios fáciles, expeditos, a través de los cuales se pasa y se sigue. Más bien cada frontera es una angustia; cada proceso migratorio el doble de complicado que para otras nacionalidades. ”
“Con la nueva Reforma Migratoria, que entró en vigencia el pasado 14 de enero, la inspección previa al despegue se ha complejizado. Ahora las aerolíneas que viajan a Cuba tienen que comprobar si el pasajero está en el rango de 24 meses de estancia en el extranjero que permite la actual legislación. En caso de ser un emigrado de años anteriores, entonces todo se dificulta aún más. La persona podría pertenecer al amplio grupo de quienes tienen prohibido entrar a la Isla. Casi siempre por motivos de corte ideológico. Haber hecho declaraciones críticas al gobierno, militar en partidos de la oposición, ejercer el periodismo independiente, haber realizado alguna denuncia en organismos internacionales, desertar de una misión oficial o ser blanco del capricho del poder, son algunas de las causas por las que se les impide la entrada a miles de compatriotas. ”
Te recomiendo que leas completo su post: La pegatina de la vergüenza. Allí encontrarás la foto que ilustra también este post.
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