Siempre vuelvo a Barcelona. Es una ciudad que me encanta. Suelo visitarla por motivos de trabajo, y por el simple gusto de recorrerla. En esta oportunidad, también era un viaje familiar y se dieron las condiciones para que en esta oportunidad me alojara en un apartamento turístico en Barcelona.
Combinar trabajo y familia es un desafío al momento de encontrar la mejor opción de alojamiento, para que cada uno tenga lo que busca: ubicación, cercanía con los mejores atractivos, y también con los lugares de las citas laborales. Y buscando la tranquilidad suficiente para estar y trabajar “como en casa“.
Así me decanté por buscar un apartamento turístico en el Barrio Gótico de Barcelona en HomeAway, una web especializada en este tipo de alojamiento y con quien he tenido ya alguna otra buena experiencia como cuando organizamos el viaje a Paris con mis hijas.
La búsqueda fue sencilla a través de la web de la empresa, aunque también podría haber utilizado la aplicación movil de HomeAway que es gratuita y está disponible. En mi caso no fue necesario porque hice un acuerdo con la empresa para alojarme en uno de sus apartamentos y luego contar mi experiencia. Y aquí está.
El apartamento turístico en Barcelona
Por “exigencias del guión familiar“, el apartamento debería estar ubicado cerca de las Ramblas, mas exactamente cerca de la Plaza Real. Mientras yo trabajaba, mis inquietas compañeras de viaje querían explorar algunos rincones del centro de Barcelona. Teníamos que estar alojadas allí, en pleno corazón “del Gótico” y a un paso de La Barceloneta, sin alejarnos demasiado de Plaza Cataluña.
Entre las muchas alternativas que encontré en la web, solicité este apartamento: para 4 personas, en una pequeña callecita a menos de 100 metros de las Ramblas pero alejado del movimiento permanente de turistas que se vive allí. Y fue una buena decisión.
En un radio de 300 metros hay un par de parkings y en la misma calle descubrimos una cafetería “muy de barrio” y un panadería con cosas riquísimas por si decidíamos desayunar en casa. Aunque nuestro plan no incluía cocinar en el apartamento, contamos con una pequeña cocina equipada con todo lo necesario para “matar el hambre” de forma muy decente.
Dos cuartos dobles y un baño completo, con ropa de cama y de baño para cuatro personas, y hasta algunas amenities mínimas (un jaboncito y gel de baño para cada uno). El apartamento está equipado además con un salón con tele (pequeñita, pero suficiente), calefacción por radiadores y algunos mas portátiles por si son necesarios. Echamos en falta alguna manta extra, pero nada que no se pueda salvar de alguna forma. ¡Y tiene wifi!
A la llegada al edificio, nos encontramos con una persona que nos estaba esperando con las instrucciones, el contrato, dos pares de llaves, un plano de la ciudad y mucha simpatía para hacernos sentir muy bien acogidos. Detrás de la puerta de acceso encontramos además otras sugerencias para movernos por Barcelona (incluyendo alguna llamada de atención por los posibles “amigos de lo ajeno” en las zonas muy turísticas).
Cuando vimos que debajo del apartamento hay un par de bares, pensamos que sería un problema el tema de los ruidos, pero no fue así. Será que dormimos como angelitos después de los días de trabajo y “turisteo”, pero la vida del barrio no nos perturbó en absoluto.
Muy al contrario, despertarte y abrir la ventana a la vida diaria del Barrio Gótico de Barcelona (que la hay, además de todo el trajín de turistas), te da un valor agregado al alojarte en un apartamento turístico en Barcelona.
En conclusión, nos gustó esta opción de alojamiento. Estuvimos donde necesitábamos estar, nos sentimos bien recibidos, teníamos todo lo que necesitábamos y… a muy buen precio. Y cuando viajas con tus hijos adolescentes tratando de combinar trabajo y ocio, esto es muy importante.
Agradezco a HomeAway la invitación a probar sus servicios.
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