Sólo cuando te asomas a los extensos campos inundados donde crece el arroz, puedes entender el esfuerzo y trabajo que lleva cultivarlo. Una faena que se viene haciendo desde hace siglos y que en la Albufera de Valencia tiene un valor importantísimo.
En mi visita a Cullera pude acercarme a la tradición de este cultivo gracias a la visita al Museo del Arroz, ubicado en las afueras de la ciudad, sobre un promontorio que permite una incomparable vista del arrozal, el mar y el Parque Natural de la Albufera de Valencia.
El lugar no puede ser mas bonito: una antigua ermita del siglo XVIII (dels Sants de la Pedra) en la ladera de poniente de la montaña de Cullera. Está formada por dos edificios emparejados: la ermita propiamente dicha, y la vivienda del ermitaño al oeste del edificio principal. Este conjunto tomó con el tiempo el formato habitual de una típica casa de labranza.
Como cuenta muy bien un cartel dentro del museo: “La ermita original era un edificio cuadrado con cubierta a dos aguas que coincide con la vivienda del ermitaño, con el suelo empedrado y con la entrada por el lado sur con una puerta bajo arco de medio punto de ladrillo, que se conserva parcialmente en el acceso actual. La ermita moderna se construyó en paralelo, al este del edificio antiguo, y durante algún tiempo coexistieron como edificios independientes. Pero poco después el edificio primitivo se adaptó como casa del ermitaño. ”
La ermita ha sido recuperada y dotada de las comodidades para albergar una muestra de esa cultura del arroz, el proceso de producción, antiguas herramientas, historias, personajes alrededor del cultivo protagónico de esta comarca valenciana.
La antigua nave de la ermita está acondicionada para encuentros y exposiciones temporales y el edificio anexo, guarda fotografías antiguas y una muestra de la vidas diaria del cultivador de arroz en estas riberas del río Júcar con su encuentro con el mar.
La antigua vivienda del ermitaño ha sido restaurada para mostrar una buena colección etnográfica con instrumentos de labranza, documentos, un audiovisual, aperos, útiles e indumentaria relacionada con los usos y costumbres ancestrales del cultivo del arroz.
Ciertamente es una visita que recomiendo para quienes se acerquen a ver de cerca este “mundo del arroz”. Y aconsejo que se detengan a ver el paisaje, cambiante de acuerdo a la estación del año y el momento del cultivo.
El museo permanecerá cerrado hasta febrero del 2015. Puedes encontrar datos sobre cómo llegar, costo de la entrada y visitas, en la web de Cullera Turismo.
1 Comentario
[…] hace un tiempo te contaba sobre la visita al Museo del Arroz, hoy subimos al Castillo para conocer un espacio donde la historia y la modernidad se dan la mano. […]