el próximo viaje

La capital peruana te sorprende apenas llegar. La imagen que tenemos de Lima es la de una ciudad colonial, recostada sobre el Pacífico y punto de partida de cualquier viajero que quiera descubrir la historia de este gran país o sus paisajes variados e interiores (desde las selvas amazónicas a partir de Iquitos, a los desiertos de la costa norte o las montañas del sur).

Lima nos asombra con su gran vitalidad, con su pujante crecimiento en los últimos tiempos, sus barrios variados, su ritmo, sus mercados, su abigarrada geografía humana.

Apenas bajas del vuelo que te lleva a Perú, ya en el trayecto al centro, descubrimos esas sensaciones en el tráfico enloquecedor, lento, bullicioso y colorido. Primer consejo: tómate tu tiempo para salir del aeropuerto y mucho más, para llegar a él para cualquier conexión aérea. Ese tráfico puede ser interesante, pero también un tema a tener en cuenta para organizar tus tiempos.

En cuanto te internas un poco mas en la ciudad, y sales del circuito tradicional del bellísimo centro histórico limeño con sus edificios coloniales, su impresionante Catedral, sus calles añosas, puedes descubrir otra Lima.

Es poco conocido fuera de Perú, que Lima contiene en sí misma muchos sitios arqueológicos de gran valor, similar a los que buscamos en ciudades del interior peruano. La historia de las antiguas civilizaciones que dieron origen y cuerpo al Imperio Inca, también puede leerse en la propia Lima.

Demos un paseo por algunas de las varias zonas arqueológicas en Lima, algunas ya puestas en valor y otras en proceso de descubrimiento aún ya que casi cada día, a cada paso, se descubren nuevos yacimientos bajo la ciudad.

Huaca Pucllana

Huaca Pucllana, también llamada Huaca Juliana, es tal vez la opción mas accesible ya que se encuentra muy bien ubicada en el Distrito de Miraflores, perfectamente accesible y cuenta con un restaurante adyacente de cocina limeña con vistas a la huaca, especialmente ideal para una cena con los restos arqueológicos iluminados.

Tiene una antigüedad mayor a los 1.300 años y fue construida por la cultura Lima, quienes se asentaron en esta parte del territorio entre los años 200 y 700 d.C. El punto principal del sitio es su Gran Pirámide de 25 metros de altura, cuyas 7 plataformas escalonadas fueron construidas en bloques de adobe.

Cuenta con un Museo de Sitio y Sala de Exposición, donde se exhibe una colección permanente de los objetos recuperados en las excavaciones, objetos cerámicos, textiles, trabajos en piedra y madera, así como recreaciones de las actividades económicas y costumbres funerarias practicadas por sus pobladores.