Este bien podría ser el último post de una serie que contara detalladamente el día a día de un viaje inolvidable. Sin embargo, comenzaré por el final, dando mis conclusiones del recorrido realizado durante el #EPVPerú gracias a la invitación de PromPerú.
Demos un vistazo general a lo que fue el #EPVPerú…
Lima
Mi segunda visita a la capital peruana. A simple vista, después de sufrir el tráfico loco, desmesurado, atascado e irrespetuoso desde el aeropuerto al centro durante algo mas de una hora, puedes pensar que Lima poco tiene para ofrecer. Si elevas la mirada al cielo “color de león” tampoco encontrarás muchas razones para estar allí.
Sin embargo, en cuanto comienzas a caminarla te das cuenta de los valores de una ciudad que deberíamos conocer mejor. Lima “se vende” como una ciudad colonial. Lo es, magnífica con sus edificios del siglo XVI en adelante, construídos con gran magnificencia en un entorno por entonces sumamente simple. Imaginemos por ejemplo, lo que debían sentir aquellos habitantes cuando entraban a las riquísimas iglesias que se fueron levantando en el hoy centro histórico de la ciudad.
Lima también es una ciudad pre-colonial, aunque poco se sepa de ella por estas tierras. Enterarse de que encierra cientos de huacas o construcciones ceremoniales dentro de su trazado, ha sido una sorpresa. Muy agradable, por cierto.
La capital peruana es tambien uno de los centros donde se investiga y se desarrolla la gastronomía como hecho cultural, como bandera de promoción y como placer.
Y también una de las capitales americanas con excelentes servicios: hoteles de todas las categorías, restaurantes de todo tipo (pero es pecado irse a los “internacionales” obviando los peruanos), espectáculos, excursiones, guías cualificados. Hay que verlo.
Trujillo
El norte de Perú es poco visitado por los viajeros españoles. Una pena. Es un paisaje diferente, árido, dorado, despejado. Su costa es el paraíso para los surfers (ellos sí vienen, en bandadas cargando sus tablas y neoprenos desde todos los rincones del mundo buscando la mítica ola de Chicama).
Trujillo es una de las típicas ciudades coloniales en Latinoamérica. Su corazón es la plaza central, siguiendo el modelo calcado que trajeron los españoles con la Conquista. Desde allí se irradiaba la vida y el poder.
El clima ayuda a que la gente viva la calle, disfrute sus parques. Sonriendo, siempre sonriendo. Trujillo es, además, el punto de partida para conocer algunos de los sitios arqueológicos más importantes del Perú.
Chan Chan, Huacas del Sol y la Luna y encuentro con la Señora de Cao
Esta visitas han sido tres de los puntos más importantes del viaje a Perú. Si bien son muy conocidos, estos sitios arqueológicos reciben pocos visitantes europeos. No sé por qué: el vuelo a Trujillo es de apenas una hora desde Lima, las visitas organizadas están muy bien hechas, con tiempo y comodidad para ver todo lo que tienen para ofrecer.
Y si viajas por tu cuenta, no es complicado llegar a los sitios arqueológicos (eso sí, trata de contratar un taxi y no moverte en transporte público). Aunque contar con un guía aquí es fundamental (salvo que hayas estudiado mucho cada lugar antes de salir de casa). Es tanta la información, tan valiosa, tan llena de detalles, que es una gran decisión contar con un guía como Judith, quien nos acompañó durante todo el recorrido por el norte.
Las huacas son aquellas edificaciones que tengan un valor espiritual. Pueden haber sido construidas como mausoleo, como tumba, como templo, como residencia de sacerdotes o nobles, o simplemente una casa familiar de larga estirpe donde se haya honrado a los muertos.
Construidas por los pueblos andinos siglos antes de la llegada de españoles a América, hablan de la cosmovisión de su pueblo, de las técnicas constructivas, de su gusto estético por la decoración, de la riqueza del momento y costumbres. Pero también nos hablan de la tenacidad, la fe, la paciencia de muchos pueblos… de muchas generaciones de muchos pueblos que cada cierto tiempo enterraban sus construcciones por completo, con todos sus enseres, para comenzar de nuevo.
Guiados por un concepto de la vida como un fluir de energía, en que los períodos se suceden sin fin dándote la posibilidad de reiniciarte, de comenzar a escribir la historia desde un nuevo capítulo. Repitiendo el modelo arquitectónico y social, volviendo a levantar muros y afianzar las costumbres, bajo un nuevo señor o después de un fenómeno de la Naturaleza.
Intrigante. Curioso. Envidiable.
Chiclayo y el Señor de Sipán
El camino siguió hacia el norte, por la mítica Ruta Panamericana en uno de sus tramos más desérticos. A medida que comíamos kilómetros entre Trujillo y Chiclayo (unas 3 horas de coche, en una cinta angosta, con adelantamientos sin ley) el paisaje y las caras se volvían mas duras, mas secas. Sin perder ese amor por el color, se llega a una zona mas pobre, sin dudas.
Es difícil pensar que en un entorno con tantas carencias, se encierren tesoros como los descubiertos en la huaca del Señor de Sipán, localidad muy cerca de la ciudad de Chiclayo. Difícil también es explicar la maestría, la delicadeza de las piezas con las que el famoso “Señor de Sipán” fue enterrado. Joyas de alto diseño, con materiales nobles y en algunos casos traídos desde muy lejos, vestimenta noble y guerrera, adornos, enseres y atributos de poder.
Una exhibición que sólo puede verse aquí, no en la huaca, sino en el magnífico Museo de las Tumbas Reales ya que nada de este tesoro se expone en otro lado del mundo. La decisión ha sido de que el tesoro de Sipán quedara en Sipán. Acertada para mi, aunque ahora queda dotar al entorno de servicios a la altura.
Curiosidades que una vive por estos lugares: el museo está custodiado de tal forma que mas parece una visita a la cámara blindada de la Reserva Federal. Como en todos los museos peruanos que hemos visitado en este viaje, no permiten hacer fotos como si en ello les fuera la seguridad nacional. Una pena, porque poco se puede compartir la experiencia, ni hay nada que lo reemplace.
Además, conocimos que no hay un sólo Señor de Sipán, sino que hubo otros. En el mismo lugar. Ya les contaré.
La selva
Pasar de las desiertas perspectivas del noroeste peruano a la selva, es un choque de los sentidos. El calor sigue, pero ahora es la humedad la que te golpea la cara nada mas bajar del vuelo a Iquitos.
Será largo poder contar cada detalle, cada giro del río, cada sonido en la noche mientras el barco te lleva cada vez más dentro de la selva.
Será difícil poder agradecer la atención de toda la tripulación del M/V Aria. Gracias a ellos y a la calidad de su servicio, hemos podido aprender y recorrer para aprovechar cada minuto de nuestra estadía en la selva. Sus consejos y conocimiento fueron fundamentales para descubrir fauna, conocer la flora, cuidarnos y vivir experiencias únicas (¡pesqué una piraña!). Siempre atentos y con los oídos bien abiertos a nuestras sugerencias y mil preguntas. Gracias por la paciencia.
La selva tiene sus códigos que no hubiéramos descubierto si no fuera por este grupo de gente de la zona y con ese conocimiento innato que da haber crecido en un entorno que para ti es absolutamente nuevo.
Algunas curiosidades que aprendí durante el crucero por el río Amazonas. Que hay lagos en medio del río, que la gente vive en sus orillas y que llega a cultivar maíz en las playas que deja al descubierto el río en la estación baja jugándole un pulso al agua (año tras año). Que la selva se comunica con sonidos, colores, sabores que nunca imaginé. Y nuevamente, reconfirmar que el fútbol es un idioma universal, capaz de iluminar una carita al pronunciar “Barcelona”.
Termino con un ¡gracias! enorme a las personas que con su conocimiento, atención, simpatía y experiencia hicieron posible un viaje inolvidable:
* María Paz Gamboa, alias “Miss Trujillo” (una no siempre tiene oportunidad de compartir tanto tiempo con una reina). Ella nos acompañó en nombre de PromPerú, quien nos hizo llegar la invitación. Sin su simpatía y su eficiencia, el viaje hubiera sido otra cosa. Pero nunca tan divertido y sencillo.
* Sofía, Marcelo, Judith y demás miembros del staff de Tucano Perú que organizó cada detalle con maestría.
* Gabriela, Jacqueline, chef José, Julio, Ricardo, Daniel, Rolan, Ernesto, Moisés y demás miembros de la tripulación del crucero. Llegamos para romper la rutina de pasajeros norteamericanos, y disfrutamos juntos de unos días únicos.
* Y a Ángeles, magnífica colega de Locuraviajes.com con quien compartimos curiosidad y buena predisposición. Ávida de saber y probar desde una fruta desconocida a una caminata bajo el sol inclemente. Una compañera ideal.
Como verán, hay muchísimo para contar. Poco a poco voy subiendo todas las fotos a mi cuenta en Flickr
14 Comentarios
Peru es una tierra privilegiada, llena de bondades y cualidades, tanto de su gente, su geografia, su culinaria y su folklore. Pareciera que cuando Dios creo al Peru lo hizo con mucha calma cuidando todos los detalles, para disfrute de los peruanos y de todo el mundo.
Es tan hermoso Perú! Amo sus lugares, su gente tan bella, la comida más exótica y las experiencias más asombrosas que jamás haya vivido, los sitios son económicos y te la pasas recorriendo, volvería mil veces!
Trujillo tiene una pinta estupenda. Vaya fotos más bonitas. Dan ganas de visitarlo.
¡¡La verdad es que me recorrería el mundo entero contigo!!
Ay la Miss… jajaja Nuestra “Majestad María Paz Primera” Qué gran viaje y con la mejor compañía, sin duda!!
Un fuerte abrazo!
Gracias amiguita! Espero volver a verte pronto!
Un didáctico y completo reportaje. Saludos.
Me encantaria visitar Peru, las fotos son increibles.
Perú es uno de los destinos que tengo marcado como prioritarios, creo que tiene todo lo que se le puede pedir a un lugar, naturaleza, una historia fascinante, gente encantadora y una excelente gastronomía. Gracias por compartir tu experiencia, sobre todo porque te has salido un poco de la ruta habitual y me has ayudado a ampliar las miras de cara a ese viaje. ¿Cuántos días estuviste?
Hola Natalia: Sí, el año pasado había hecho Cusco-Machu Picchu y este año toqué otros puntos menos visitados. En total estuve 10 días, pero merece un poco mas. Gracias por pasar y dejar tu comentario. Ya iré contando mas detalles.
Recordando mis dos viajes a Peru al leer tu entrada. Estuve tmb en Trujillo y visite ChanCha,,,,me parecio magnifico, yo tmb #quierovolver
Es maravilloso mi peru; ojala vengas pronto
Sin dudas, Beka. ¡Volveré!
Sí! Y aún queda por ver… Perú, siempre hay que volver! Gracias por tu comentario, Pau!
Veo que no has tenido tiempo a aburrirte y que has visitado zonas muy distintas a las del año pasado #quierovolver