Tal vez sea el momento de volver a subirme a una moto. La sensación de moverte en libertad allí donde te lleve el camino. Eligiendo el lugar y el momento donde detenerte a disfrutar del paisaje. Ir a tu aire.
Pocos saben que he tenido varias motos en mi vida. Desde una pequeña y achacosa motito de poca cilindrada, hasta una más potente y casi tan pesada como yo, me he paseado por allí con varias. No puedo decir que haya sido una motera sino más bien que he probado y gustado la experiencia de viajar en moto por caminos de mi país de origen.
A poco de entrar en el 2016 me pregunto si uno de mis deseos viajeros para el nuevo año no podría ser volver a la carretera con una moto. Para ello, estuve dejándome tentar con varias e interesantes rutas para hacer en moto que he visto por ahí.
En una reciente charla con un buen amigo y viajero en solitario sobre dos ruedas, Miquel Silvestre, me perdí imaginariamente en los paisajes pelados de los caminos de ripio de la Patagonia. Y me dije: “Eso no es para mi“. Sin embargo, hay muchas otras opciones más “accesibles” e igualmente tentadoras.
Una vuelta por los Pirineos en moto: Huesca, Jaca, cruzar a Francia, llegar a Perpiñán por el país cátaro. Otra veces se me ocurre que podría volver a visitar la Costa Azul, esta vez por tierra y recorrer el arco mediterráneo para ir desde Niza hasta la frontera italiana por la Corniche. En ocasiones me imagino haciendo un recorrido ya conocido pero ahora en dos ruedas: ir desde Tarifa, la confluencia del Mediterráneo con el Atlántico, hasta el punto donde Europa se acaba: el Cabo San Vicente, en Portugal.
Recuerda llevar tu seguro de viaje (con 5% de descuento para nuestros lectores)O pasear por la Bretaña siguiendo el curso de los canales navegables y parando en pequeños pueblitos como Josselin. La Ruta del Rin. Dar la vuelta a Sicilia en moto. Y así fueron surgiendo posibles itinerarios para el 2016. Todos atractivos, aparentemente lejanos, desafiantes, y con cierto toque de comodidad que hoy para mi es imprescindible. No me veo en mitad de la nada durmiendo al raso junto a una moto. No.
La curiosidad es mi pecado, y entonces me puse a investigar un poco sobre el equipamiento necesario. En primer lugar, dónde alquilar una moto, estudiar la documentación necesaria, equipos. Para ello eché un vistazo en Motoblouz, una tienda de todo lo que hace al universo motero donde encontré (entre mil cosas más), unas cazadoras Ducati muy monas. ¿Me ves enfundada en un equipo como ese?
¿Por qué no? Tal vez el 2016 me vuelva a ver subida a una moto. Me lo estoy pensando. Lo más difícil será convencer a mi compañero de viaje. ¿Qué ruta me recomendarías?
Foto de RaidersLight.