La visita de los fiordos noruegos figura en el imaginario viajero de casi cualquiera. La figura idílica de esas lenguas de agua encajonadas entre montañas, tapizadas de pueblecitos de casas rojas con sus embarcaderos, es tan atractiva que las palabras “fiordos noruegos” están grabadas entre los grandes viajes que hay que hacer alguna vez en la vida.
Afortunadamente, he podido volver a Noruega gracias a una invitación de Visit Norway y esta vez visitar el sur del país para ver en primera persona los famosos fiordos noruegos. El viaje tocó la ciudad de Bergen y la de Stavanger.
Desde esta última, capital de la industria petrolera que cambiara la vida de este país a partir de la década de los 60 del siglo XX, se pueden visitar varios fiordos. Especialemente famoso y visitado es el fiordo de Lyse o Lysefjord, si bien la región de Stavanger tiene muchos atractivos dignos de conocer.
Pero hoy nos vamos a detener en una visita que es todo un desafío y que es bien conocida por los montañeros de todo el mundo, por los viajeros de aventura y, por qué no, por cualquier turista de a pie que quiera llegar a pisar ese magnífico mirador de roca sobre el mencionado fiordo. Hablo de Preikestolen, o como se le conoce mas popularmente: El Púlpito.
¿Qué es El Púlpito?
Con ese nombre rotundo, poderoso, se conoce a una enorme saliente de roca que se asoma al Lysefjord a 604 metros de altura sobre el agua. No hay vallas, no hay nada que te separe del vacío cuando estás allí. La nada absoluta entre el borde de la roca a escasos centímetros de tus pies y los fiordos noruegos allí abajo. No es broma. Es para tomárselo en serio.
Mas de 250.000 personas por año hacen el mismo camino que hice yo, subiendo los 330 metros de desnivel desde el punto de partida del sendero, junto al hotel Preikestolen Mountain Lodge hasta la cima.
Preikestolen se formó con el deshielo de los glaciares que ocupaban toda la zona hace 10.000 años. Esta plataforma natural se proyecta unos 30 metros de la pared de la montaña y brinda vistas privilegiadas y asombrosas del fiordo de Lyse y las montañas que le rodean. Por su ubicación en una zona angosta casi al final del fiordo, pueden verse claramente ambas orillas, las elevaciones de toda la comarca, pequeños lagos y hasta el tránsito de barcos que se acercan para poder ver a El Púlpito desde abajo.
Cuando llegas allí te encuentras con una plataforma casi cuadrangular, lisa, con poco relieve y sin vegetación, de unos 50 metros de lado, con una amenazante grieta marcada en la superficie. Dicen, que esta grieta terminará separando al Preikestolen de la pared de la montaña cuando siete hermanas se casen con siete hermanos en la región de Lysefjord, entonces se hundirá en el fiordo, formándose una ola inmensa que acabará con la vida en toda la región. Por las dudas, ve ahora.
A tus pies discurre entre montañas el hermoso fiordo Lyse regalándote panorámicas inolvidables. En el ángulo derecho del Púlpito encontrarás una pequeña barra de hierro que te servirá para asegurarte mientras te sacas algunas de las mejores fotos de tus viajes, sin arriesgarte mas allá.
Si te planteas subir a El Púlpito, te dejo aquí diez preguntas básicas (y sus respuestas) para organizar tu viaje.
Recuerda que por ser lector del blog tienes un 5% de descuento en tu seguro de viaje1. ¿Vale la pena?
Sí. Ésta es fácil de contestar… después de haber subido. Si no eres montañero de alma, entenderás que estando al pie de la montaña y mirando hacia la cumbre cubierta de niebla me preguntara una y mil veces: ¿Valdrá la pena? El futuro auguraba un camino duro, agujetas, un esfuerzo extraordinario para mi, rocas resbaladizas, sudor, dolor. Pero la recompensa prometía ser excepcional.
Y lo es. No lo pienses demasiado. Anímate. Y cuando termines el camino, ya abajo, agotado y sin fuerzas, te felicitarás por haberlo conseguido y haber disfrutado de uno de los paisajes mas extraordinarios del mundo desde un punto de vista único. Hazlo.
2. ¿Cómo llegar?
Sonará complicado pero no lo es. El primer paso es volar hasta Stavanger (aprovecha los vuelos directos durante la primavera y el verano que ofrece Vueling: 3.30 horas desde Barcelona).
Una vez en esta ciudad, y si quieres ir directamente, tomas el autobús directo del aeropuerto hasta la salida del ferry. Si te alojas en Stavanger, te quedas en el centro, sino (o para el día que decidas hacer el ascenso) sigues con el siguiente paso. La empresa es Flybussen, compras el billete en el aeropuerto y te bajas en la parada “Fiskepiren”. Allí mismo donde te bajas es la terminal del ferry.
Una vez allí, compras tu billete para cruzar de Stavanger a Tau en ferry (40 minutos de viaje) y desde Tau hasta Preikestolen en bus (otros 25 minutos de viaje). Los billetes se venden directamente a bordo: un revisor se acercará a ti durante el trayecto y le compras el ticket que necesites. Sino, siempre puedes comprarlo por internet.
La empresa se llama Norled y vende un billete combinado ferry + bus + ferry con el regreso abierto para que puedas hacerlo a tu ritmo. Aquí puedes ver las condiciones, horarios, precios y comprar los billetes. No es un tour guiado, sólo incluye los traslados.
El bus te deja en el parking justo donde comienza el ascenso.
3. ¿Necesito estar en buena forma física para llegar a El Púlpito?
Vamos a ver: no es un paseo. Cuando bajaba, he visto gente y situaciones que no tenían buen pronóstico. No es el momento ni lugar para llevar galas, ni para ir con niños muy pequeños a cuestas, ni para gente que no tiene un mínimo de estado físico.
Tampoco es tan exigente. De hecho los verdaderos montañeros lo consideran un ascenso “fácil”. Pero claro, para ellos. Si te sirve mi opinión, cualquiera que pueda caminar con regularidad un par de horas sin agotarse, puede hacerlo.
A ello hay que sumarle el ascenso (se suben muchos metros en poco tiempo) por lo que allí reside la dificultad. En realidad no hay tramos extremadamente complicados, no hay que trepar en ningún momento, aunque tus piernas recordarán el esfuerzo un par de días mas tarde. Sí, es agotador. Te quedas sin aire. Sin piernas. Duele. Pero… ver pregunta número 1.
Mi consejo es que salvo que seas un bicho de sofá y ese día se te ocurra subir el Preikstolen, que lo intentes. Hazlo a tu ritmo.
4. ¿Cuánto dura el ascenso?
Ten en cuenta los tiempos que comenté en la pregunta 2 sobre cómo llegar hasta donde comienza el camino hacia El Púlpito. Desde allí, el trayecto es de 3,8 kilómetros en cada sentido. Una vez que inicias el camino, debes considerar que te llevará unas 2 horas para llegar al mirador. Aunque los montañeros expertos puedan hacerlo en mucho menos.
Ahora bien, no hay nada ni nadie que te cronometre o te apure. No es una carrera, ni una maratón. Ve a tu ritmo. Puedes parar cuantas veces quieras. Y si te toma 3 horas llegar, no hay problemas.
Ten en cuenta que una vez en El Púlpito, el tiempo pasa volando. Te quedarás en shock, querrás hacer mil fotos, si hay gente habrá que esperar el momento adecuado para acercarse prudentemente a la cornisa. Tienes también la posibilidad de subir un poco mas hasta un par de puntos mas altos desde donde se tienen vistas amplias desde arriba. Todo lleva tiempo y en cuanto te quieres dar cuenta, te has pasado ya una hora allí.
También tienes que darte un tiempo para reponer fuerzas. Siéntate a observar el espectáculo (el natural y el humano). Come algo, bebe agua. Y después, desanda el camino hacia abajo, que te tomará casi el mismo tiempo que te tomó subir. Aquí también podrás hacerlo a tu aire y según vayas sintiendo el cansancio.
Un buen tiempo para hacer todo el recorrido desde el punto de partida y regreso, es de 5 horas.
Si vas a ir y venir desde Stavanger, ten en cuenta además los tiempos de viaje y de regreso de bus y ferry. Pero mi consejo es que te alojes al pie de Preikestolen. Es un hotel encantador y un lugar con varias posibilidades mas y, quién te dice, al día siguiente igual te atreves a subir otra vez.
4. ¿Qué equipo necesito?
Ve ligero. No cargues con cosas innecesarias. Cada gramo pesará un kilo a tu espalda cuando lleves 2 horas de caminata hacia arriba.
Aquí mis consejos de montañera inexperta, pero con buenos amigos conocedores del tema que me abrieron los ojos: ¡Gracias Luca, Haritz y Miguel!
* Lleva una mochila pequeña bien sujeta al cuerpo, nada de bandoleras o bolsos al hombro o cosas colgando que te vayan golpeando espalda o piernas.
* Lo mas importante es un buen calzado: que sujete el tobillo, con suela antideslizante y de ser posible impermeable. No es necesario una bota de alta gama, se venden zapatillas para senderismo que son mas que suficientes.
* Vístete en capas: 1 camiseta de manga corta o larga, una sudadero finita, una chaqueta cortavientos, un chubasquero. Algo que te cubra el cuello, un gorro y guantes, también es bueno llevar porque el clima es cambiante. La idea es ir sacándose y poniéndose capas de ropa a medida que lo necesitas. Si transpiras, sácate algo, y lo guardas en la mochila (no lleves nada en la mano). Puedes llevarte una camiseta de recambio (que no sea de algodón) para emprender el regreso mas cómoda.
* Lleva algo de comer. Digo “algo“, no un menú completo. Fruta, galletas de chocolate, barritas de cereal, una tableta de chocolate. Algo que te aporte energía y te de un poquito de placer (que te lo mereces por haber llegado hasta allí). Y agua. Deja los brindis para el regreso.
* Mete todo lo de valor (tus documentos, tarjetas de crédito o dinero) en una bolsa de nylon dentro de la mochila. Si llueve, o se te moja de alguna forma, no perderás todo.
* Si tienes la suerte de gozar de buen tiempo, lleva gafas de sol y protector solar… y úsalo.
* Seguro de viaje. Nunca se sabe, una torcedura de tobillo puede arruinarte el viaje. Ya sabes: yo viajo siempre con IATI Seguros
* La cámara de fotos con baterías extras cargadas.
Como verás, el equipo no es un condicionante. Poco mas o menos lo que llevarías a una excursión por el campo, salvo que dejas en el hotel muchos “por las dudas”: mas comida, mas ropa, etc. Sólo necesitas lo que te dije. Cualquier otra cosa, sobra y pesa.
5.¿Cuándo se puede subir?
Aunque parezca una respuesta de Perogrullo (yo también lo pregunté), la montaña está abierta día y noche (sí, también de noche) y todos los días del año (sí, también en invierno).
6. ¿Hay que pagar algo?
No se cobra nada por el acceso. Salvo los billetes del transporte, el alojamiento donde elijas y el equipo y comida que lleves, no tienes que pagar nada mas.
7.¿Hay áreas de descanso?
A ver: es una montaña virgen, apenas adaptado el sendero para que las 250.000 personas que suben cada año puedan hacerlo con un mínimo de seguridad y comodidad. Pero no es una carretera ni un paseo por el barrio. Al bajar, junto al parking desde donde salen los buses hacia el ferry, hay baños públicos gratuitos para poder cambiarte.
Pero en el camino hacia El Púlpito no hay áreas de descanso, ni mesas, ni parrillas, ni chiringuitos o bares, ni baños, ni enchufes para cargar el móvil. Pura naturaleza. En su lugar verás una cascada que une dos lagos, atravesarás bosques de abedules, cruzarás ríos de agua de deshielo, te llenarás los ojos y el alma de sonidos e imágenes inolvidables.
¿Crees que puedes soportar unas horas sin tanto confort para vivir la experiencia? Sí, claro.
8.¿Es accesible?
Tengo que ser sumamente sincera. No es un camino preparado para cualquiera. Si bien hace poco un grupo de sherpas nepalí trabajó el terreno para hacerlo mas fácil de transitar, sigue siendo desigual. Hay tramos de tierra (y recuerda que por allí llueve a menudo), otros tramos de grandes piedras desparejas, escalones altos, puentes de madera, algún paso muy angosto con cadenas para sujetarse (donde no pasaría una silla de ruedas), sectores de enormes piedras redondeadas donde tendrás que caminar con cuidado para no resbalar.
El sendero está marcado con grandes letras T en rojo, pero hay que ir atentos porque en ocasiones parece que hay mas de una alternativa y tienes que darte un minuto para encontrar el camino. No te apures.
Lamentablemente, no es un camino accesible al 100%. He visto gente subiendo con perros, y creo que un viajero ciego podría ayudarse de su lazarillo y algún acompañante, pero lo veo imposible para quien tenga problemas de movilidad.
9.¿Qué aprendes subiendo a El Púlpito?
Creo que plantearte algunas metas te ayudan a crecer. A confiar en tus fuerzas. O a encontrarlas, si creías no tenerlas. En el camino hacia El Púlpito sobre los fiordos noruegos tuve tiempo para hacerme varias veces la pregunta 1: ¿Vale la pena? Y a medida que subía, que iba extendiendo mi límite de fortaleza, yo misma encontraba la respuesta: sí, siempre.
Si aprovechas esta experiencia para sacar algunas conclusiones para tu vida, al regreso podrás descubrir como lo hice yo: que puedes, sólo necesitas proponértelo (y no hablo sólo de subir al Preikestolen). Que eres muy pequeño y que la Naturaleza nos da permiso para vivir con ella, respetándola. Que un par de horas y bastante sudor, te sacan de tu área de confort y te hacen sentir poderosa. Que no hay edad para los retos. Que al lado de los tiempos de la Naturaleza, nosotros estamos aquí un segundo. Que no era tan difícil como parecía (y no hablo sólo de subir al Preikestolen).
10.¿Cuándo vas?
Si tienes la oportunidad de viajar a los fiordos noruegos y subir a El Púlpito, no lo dudes.
Si tienes alguna pregunta que no se me haya ocurrido a mí, no dudes en hacerla en un comentario e intentaré responderla para que puedas organizar tu viaje.
La foto del inicio es de Visit Norway, ya que nos tocó un poquito de mal tiempo y con la niebla no pudimos hacer fotos del fiordo en toda su plenitud.
7 Comentarios
EL VERANO QUE VIENE IRE A NORUEGA A VER LOS FIORDOS. DE GRAN AYUDA SERA VUESTRO ARTICULO.
GRACIAS Y SALUDOS CORDIALES
Habrá más posts en el futuro sobre este destino. Espero que te ayuden a disfrutar de un destino incomparable. ¡Buen viaje y gracias por tus palabras!
Impresionantes las fotos, Preikestolen acaba de entrar en mi lista de cosas que ver al menos una vez en la vida. Es curioso que con la cantidad de turistas que acuden ahí (unos 200.000 al año) no hayan puesto ningún tipo de valla o sistema de seguridad, pero mucho mejor así, su belleza natural se vería alterada. Como curiosidad, en el año 2000, una mujer austriaca y un hombre noruego se suicidaron lanzándose juntos desde ahí. Macabro.
Me ha gustado mucho tu post sobre si vale la pena ir y todo lo que se debe tener en cuenta.
Muchas gracias, espero ir algún día :).
Un saludo,
Muchas gracias, Valeria Serrano! Realmente es hermoso empezar la mañana (acá en el noreste argentino estamos a poco más de las 10 AM) siguiendo el camino que van proponiendo tus palabras. Y la verdad que lo lográs, contando con tanta sencillez y profundidad cada alternativa de esta experiencia que viviste por tierras nórdicas.
Gracias también por ampliar los horizontes -también en todos los sentidos…
Abrazo,
Ana.
[…] que me acerqué a la región de los fiordos noruegos, me puse al límite con la subida al Púlpito (aquí mis consejos nacidos de las agujetas posteriores), disfruté con un viaje mítico en el Tren de Flåm, me convertí en una vikinga navegando por los […]
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