De mi viaje a Japón me he traído muchas experiencias inolvidables, lugares largamente deseados que ahora ya forman parte de mi pasaporte viajero, de mis recuerdos. Y dentro de esos momentos vividos, ocupan un lugar especial esos momentos compartidos con gente de Japón, a veces sólo fugaces encuentros fortuitos.
Cada retrato pinta un momento, singular e inolvidable. Pinceladas que me ayudan a dar forma y color a un destino tan multifacético y atrapante como Japón. Como siempre aclaro, mis fotos no son “profesionales”. Son las que cualquier viajero puede hacer, sin cámaras exóticas ni procesados maravillosos. La realidad de lo que vi a través de mi simple objetivo.
La gastronomía japonesa me sorprendió por su variedad y diferentes formas de servirla. Muy lejos de lo poco que conocemos de ella por aquí. Y el servicio, siempre, es un plus que hace mejor aún la experiencia culinaria. Aquí un camarero de un restaurante de Kioto donde comimos calamares “vivos”.
El contraste entre tradición y modernidad, siempre presente y en sana convivencia. Aquí una pasajera del tren de alta velocidad que une Kioto con Tokio.
Aquí nuestra querida guía Ryoko, despidiéndonos en Kioto cuando nos íbamos a Tokio. Creo que respiró aliviada cuando “esta mujer bloguera” (que se abría del programa oficial a cada rato) se subió al tren.
Llegar a Kioto y darme cuenta que tengo amigos en común con nuestra guía Noriko. ¡Pequeño mundo! Aquí con ella en el Templo Dorado.
Japón y sus “tribus urbanas”. Aquí con una niña “gyaru“, fans de un personaje que se visten inspiradas por él. En este caso, esta gyaru es fan de Hello Kitty. En Takeshita Street, Tokio.
Japón es el futuro, hoy. En el National Museum of Emerging Science and Innovation Miraikan en Tokio, pudimos ver lo que nos espera. Les presento a ASIMO, el robot que interactúa con los visitantes: camina, juega al fútbol, cuenta chistes y hasta ¡baila el moonwalker!
Harajuku es el barrio cool de Tokio. En sus calles encontramos pequeñas tiendas de diseño, galerías de arte y, sobre todo, una “fauna humana” muy especial. Aquí se generan tendencias.
En el mismo Miraikan, hay asistentes “científicos” que ayudan a comprender las diversas áreas de investigación en que se está trabajando. La niña de la foto lleva un chaleco que dice: “Science communicator“. Toda una declaración de cómo Japón se enfoca en lo importante: la educación.
En las calles de Tokio, un ejemplo mas de sus “personajes”. Michael presente en cada rincón del mundo.
La vida diaria. El Metro de Tokio: multitudinario, eficiente, puntual, impecable, es un buen lugar donde observar un trocito de esas vidas.
Los empleados del Metro son muy amables, aunque nadie habla inglés. Comprar un billete en una máquina es una “misión imposible” y cuando te acercas a una taquilla debes hacerte entender con señas. Algo difícil de comprender.
Nuevamente la convivencia de dos mundos distintos. ¿Comprenderán los mayores a esta sociedad japonesa de hoy?
Siglos de tradición en una mirada. Una maiko de apenas 18 años, con pocos meses de aprendizaje y muchos nervios en su primera actuación ante los comensales de una cena muy especial. Dicen, que tiene la belleza clásica y perfecta para una futura geiko.
Esa misma noche, geiko Yachiho me enseñó uno de sus juegos y nos divertimos un rato juntas.
Visitando el Templo Kiyomizu Dera, puedes cruzarte con monjes y turistas por igual. En Kioto.
El famoso barrio de Akihabara, en Tokio, encontrarás el universo manga/anime. En las esquinas sueles encontrar a niñas que promocionan los maiden cafe vestidas de “mucamita sexy” pero no les gusta que les hagan fotos.
Este monje buen mozo, simpático y educado en Inglaterra, nos guió por el templo Kiyomizudera en Kioto. Gracias a eso pudimos acceder al lugar mas sagrado, normalmente vedado a los visitantes.
Nuevamente el Metro de Tokio, con él nos movimos por la ciudad.
En Japón también aprendí muchas cosas que pueden servirme en mi vida diaria. ¡Qué arte en el manejo de la katana!
Viajamos a Japón gracias a una invitación de
4 Comentarios
Me encanta el “postureo” de los japoneses en las fotografías !!!
Japón es un destino que te impresiona según bajas del avión. Todo es sorprendente y diferente. Verdaderamente apasionante, yo estoy deseando volver. Por cierto, vaya plato de sashimi!!!
Que ilusión viajar a ese país .Están muy bien tods las fotos muy representativas del Japón
Muchas gracias, Mari Carmen! Tienes razón, es un país que atrae mucho. Sólo pude hacer una escapada de apenas unos días, pero sin dudas que volveré porque hay mucho por ver. Además, con la ruta de vuelos que hice, puedo agregar una parada en Estambul sin cargo, para extender el viaje y tener un 2×1 turístico de primer nivel! Gracias por dejar tu opinión. Saludos.