Al entrar o salir del Aeropuerto de Málaga te encuentras con un pequeño cartel que reza: “Museo”. Y cada vez que pasaba por allí me prometía visitarlo. Esta vez, lo hice. Y realmente ha sido un gran descubrimiento.
Al llegar te encuentras con un patio central rodeado por un par de edificios modernos y otros tantos más antiguos. En el primero está la Recepción del Museo donde te atenderán con mucha amabilidad, puedes retirar allí un plano del lugar para recorrer todas las instalaciones a tu aire. Si quieres llevarte el tuyo, puedes descargar este que aquí te dejo. Allí mismo hay una pequeña tienda de recuerdos aéreos: chapas o pins, postales vintage, gorras, llaveros, insignias. Un montón de pequeños objetos del deseo para los amantes de los aviones. Una tienda llevada con cierta timidez (pienso en lo que harían los americanos con un córner así) y con cuyos ingresos se colabora para el mantenimiento del Museo.
El Museo Nacional de Aeropuertos y Transporte Aéreo se suma a la amplia oferta cultural que ofrece Málaga.
Pasemos al recorrido:
El edificio donde se encuentra la Recepción, alberga también la Sala de Maquetas y el Aula Interactiva. Dos espacios para aprovecha a pleno y donde te sacarás muchas dudas, además de cumplir algún sueño. En la Sala de Maquetas darás un viaje al pasado con una buena exposición de uniformes de compañías aéreas, equipajes, balanzas, un mostrador de checkin bastante “pop”, un muestrario variopinto de las amenities de distintas clases y compañías. Allí viví un auténtico flashback con un pequeño objeto que pasará inadvertido por la mayoría.
Eso es un fechador y validador manual de billetes aéreos. Es una pieza maciza y pesadísima que se encontraba en todas las agencias de viajes, mostradores de aeropuertos y oficinas de compañías aéreas que vendieran billetes. Después de emitir el billete a mano, se colocaba el externo superior derecho del billete sobre la placa metálica y le dabas con todas las fuerzas de tu cuerpo. Así se marcaban todas las hojitas del billete con la fecha de emisión (el nacimiento del contrato de transporte ente tú y la empresa aérea). Hoy es una mera serie de caracteres impresos en tu boarding pass.
¡Qué recuerdos! En una oportunidad, después de emitir mas de 100 billetes para un grupo (sí, a mano), tuvimos que validarlos y la pobre “mesita del sello” no resistió. El aparatejo cayó sobre el pie de una persona del equipo… esguince y se quedó sin acompañar al grupo.
Sigamos con el museo. El Aula Interactiva te permite salvar muchas dudas. ¿Cómo se mide la velocidad de un avión en marcha? ¿Cómo es el ala de un avión por dentro? ¿Cómo sabemos si una pista resiste el peso de un avión? Instrumental, equipo de medición y mas de un puesto interactivo donde “meter mano” y aprender casi jugando.
El plato fuerte de este edificio del museo es sin dudas, la cabina de un DC9 a la que puedes acceder desde dentro del edificio. Puedes ver el espacio de los auxiliares de vuelo, sus asientos, la cabina en si misma, instrumentos, etc. Detalles como el horno donde antiguamente se calentaba el catering, o echarle un vistazo a la check list para una emergencia.
Reconozco que me pasé buen rato en ese pequeño espacio. Tal vez soñando con haber sido piloto, tal vez recordando las oportunidades en que pude visitar las cabinas antes o durante un vuelo: como cuando volé de Lima a Cusco con LAN durante el viaje a Perú. Además, aprovechando que estaba el kit para los anuncios de seguridad (y que estaba solita) me saqué las ganas de hacer todo el speech a un pasaje inexistente. Sí, eso de “… una máscara caerá… bla,bla,bla… y respire normalmente…” Lo que no me resultó nada sencillo fue colocarme el salvavidas que allí se muestra inflado (recuerden que no se infla nunca dentro del avión).
La visita siguió hacia el siguiente edifico que resultó ser la terminal original del aeropuerto de Málaga con su torre y todo. Puedes ponerte en la piel de aquellos intrépidos viajeros que llegaban aquí en 1948, cuando se inauguró. Se recrea la recepción del aeropuerto en la década de los años 40, y sobre las cabezas está suspendido una maravillosa maqueta escala 1:3 del Flyer la primer máquina voladora de los Hermanos Wright, de 1903.
El paseo continua por la visita a la antigua torre de control para enfrentarnos a los medios con los que durante décadas estuvo operando el Aeropuerto de Málaga, como muchos otros de España y del mundo. Radares y fichas con miles de datos técnicos con los que lidiaban a diario los controladores de entonces.
En el edificio anexo podrán ver más sobre este tema: evolución de radares e instrumentos de medición meteorológico. También se encuentran algunas piezas de aviación recuperadas o en proceso de recuperación.
Pero al colección no se agota en las miles de piezas de la colección permanente: desde material médico que llevaban los vuelos comerciales en la década del 60, a artículos de cetrería, máscaras de aviación, uniformes, menús, y mil etcéteras. Hay que salir al exterior para conocer las “joyas de la corona”.
* El Beechcraft 18 Matrícula EC-ASJ. Este pequeño y simpático avión de 1962 perteneciente de la compañía Spantax, se ocupó de trasladar a los empleados de la empresa para, muchos años después, pasar a ser una estrella en exhibiciones aéreas.
* El Convair C-440 Metropolitan Matricula OV-VKN. El 20 de octubre de 1959 este avión trajo a Málaga 48 turistas finlandeses a bordo del primer vuelo charter que llegó a la Costa del Sol. Este vuelo, la ruta más larga por entonces en Europa, fue el pionero del turismo de grupos.
* Hay un DC-3 pero lamentablemente el tiempo no me alcanzó a verlo. Prometo volver y actualizar esta visita.
Dejo aquí algunas de las (muchas) fotos que saqué en esta (demasiado corta) visita al museo cuyo nombre completo y oficial es Museo Nacional de Aeropuertos y Transporte Aéreo. Si quieren visitarlo, la entrada es gratuita, pero pueden apoyar la enorme tarea de mantenimiento y restauración pasándose por la tienda y llevarse un recuerdo.
La web es Aeroplaza y también puedes .
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6 Comentarios
Este verano fuimos con los niños y lo pasamos genial, sobre todo los peques. Es una pena que se conozca tan poco. Si hubiéramos sabido lo que nos Ãbamos a encontrar habrÃamos ido antes.
Esta publicación hace justicia a los Amigos del Museo que le dedican más de 2.000 horas de voluntariado gratuito al año para restaurar y difundir esta joya poco conocida en Málaga
La verdad es que la tarea que hacen es impresionante. Enhorabuena! Y gracias por pasar por aquÃ.
Genial Post. Un museo de los más desconocidos (y desaprovechados) en AndalucÃa. Saludos
Gracias por pasar por mi casa y dejar vuestra opinión. Es verdad, esos rincones tan valiosos y tan poco conocidos. Me llamó la atención la gran tarea de restauración y mantenimiento que hace un grupo de apasionados por el tema, y con el amor que lo hacen. Digo de mencionar.
Ostras pues ni me habÃa fijado, prometo visitarlo la próxima vez.