Nos lanzamos al camino para recorrer, conocer, aprender. Esta experiencia se basa fundamentalmente en la geografía y la cultura.
Viajamos para conocer otras ciudades, tradiciones, otros pueblos. Para tomar contacto con otras formas de mirar la vida, diferentes religiones o filosofías. Para maravillarnos con la obra del hombre, ya sea en un museo o en un plato de comida. Todo ello es cultura.
Y todo ello se asienta sobre nuestro planeta. Una base real, palpable que nos provee el escenario donde desarrollar esa toma de contacto.
Cuanto más conozcamos de nuestro propio planeta y especialmente del lugar que vamos a visitar, más podremos aprovechar nuestro paso por allí.
Las condiciones geográficas pueden condicionar en gran medida nuestra experiencia de viaje.
Las temporadas de huracanes o tifones nos harán pensar muy bien en qué momento del año viajaremos al Caribe o al Sudeste asiático. Las temperaturas pondrán un límite muy claro a nuestros planes de vagabundear por el norte de Canadá, cruzar el interior de Australia o navegar hacia la Antártida.
Hablando de cuestiones prácticas, preocupándonos de conocer más sobre la geografía del lugar nos permitirá saber si es una zona lluviosa (y agregar un chubasquero a la maleta) o si el sol es inclemente gran parte del año (en cuyo caso sumaremos más protector solar y un gorro).
Pero también es importante averiguar, por ejemplo, sobre las condiciones topográficas y la infraestructura propia como observatorios o puntos panorámicos, las vías naturales como ríos o lagos más cercanos donde realizar actividades o disfrutar de un paseo.
Los límites y fronteras entre países requerirán pasaportes, visados, permisos de viaje, etc. etc. Si hablamos de las condiciones sanitarias en el exterior, puedes necesitar vacunas o especial atención.
Más de un viaje se ha frustrado por no ser el adecuado al viajero. Las laderas muy escarpadas, o las ciudades que se asientan sobre ellas, puede ser un objetivo demasiado difícil de conseguir para un viajero mayor. Los largos recorridos bajo el sol pueden arruinar el humor de cualquier grupo de turistas. Son sólo algunos ejemplos de la vida diaria de un viajero.
Sin embargo, pensemos a la geografía como un gran aliado al momento de organizar un viaje.
¿Dónde debería viajar? ¿Qué me aconsejas? Cuando eres un agente de viajes te enfrentas muchas veces a estas preguntas. El viajero llega a ti buscando asesoramiento y hoy, con las muchas herramientas que ofrece internet, la tarea de organizar un viaje parece más sencilla.
Al asesorar a un viajero debemos adelantarnos a sus necesidades y plantearle las posibilidades que ofrece el lugar elegido. Para ello, es imprescindible tener un conocimiento acabado del contexto geográfico. Como vimos, las condiciones geográficas determinan en gran medida la experiencia de viaje.
Desde el punto de vista del viajero independiente, la tarea de organizar nuestro propio viaje insume un trabajo de investigación previa que debe tomarse muy en serio. Al definir la época y forma del viaje deberemos tener en cuenta las posibilidades reales que el terreno y su medioambiente nos imponen.
La geografía es una fuente de inspiración para un viaje.
Muchas veces se recorren cientos o miles de kilómetros para visitar grandes obras del hombre que se deben al desafío que ofrece la geografía del lugar.
Pensemos en la Gran Muralla China, por ejemplo, ubicada en una zona escarpada y de difícil acceso que la hace única. O en la represa de Aswan, sobre el río Nilo en el sur de Egipto, que aúna historia y talento de ingeniería. O el Golden Gate Bridge, que se extiende sobre la boca de la bahía de San Francisco.
La Naturaleza de nuestro planeta es tan diversa gracias a la diversidad, asimismo, de su geografía. Y algunos de los destinos turísticos más atractivos para el viajero actual lo son por sus características geográficas.
Amazonas, Himalaya, Patagonia, Sahara, Gran Barrera de Coral, fiordos noruegos, islas del Pacífico, Gobi, Gran Cañon, Selva Negra, Salar de Uyuni… Espacios geográficos que son destinos turísticos en sí mismos.
Por otro lado, las culturas y pueblos que podemos encontrar en nuestro planeta son también tan diversos como múltiples son las condiciones donde han debido desarrollarse. La geografía ha marcado en muchos sentidos el camino que han debido seguir a través de los siglos hasta nuestros días.
Aislamiento o proximidad, altas montañas o mares sin fin, enormes llanuras de tierra fértil o suelos rocosos e infértiles, disponibilidad de agua, etc. Algunas características que han condicionado la vida desde los orígenes.
Si tienes en mente cargar tu mochila y salir al camino, asegúrate de haber estudiado también las condiciones geográficas. Esta información enriquecerá en mucho tu experiencia de viaje.
La Tierra, esta pequeña esfera azul que habitamos, debería ser pensada como un destino turístico en si mismo. Multifacético, variado, amenazado y cambiante.
Recordemos, además, que nuestra tarea es preservarlo en las mejores condiciones para que las próximas generaciones puedan disfrutar de ella como podemos hacerlo nosotros.
Cuidarla para el futuro: este en nuestro desafío y será más fácil conseguirlo, si conocemos a esta pequeña esfera azul donde vivimos.
Este post forma parte de Blog-a-thon, dentro de Geography Awareness Week, siendo la primera vez que se incluye un editor en español en este programa.
Aquí el enlace correspondiente al blog de Geography Awareness Week by National Geographic
1 Comentario
[…] El proyecto es muy interesante pero lo bueno es que la única hispanohablante que interviene es Vicky RodrÃguez (recientemente incorporada a Minoic Net) que acaba de ver publicado su post titulado Earth is our Travel Destination (versión en español). […]