Me encanta visitar museos. Soy una “consumidora compulsiva” y me interesan desde las grandes instituciones con fama mundial, a las pequeñas colecciones personales que dan pie para un mini-museo temático. Y después de haber caminado unos y otros creo que puedo dejar aquí 10 consejos para visitar museos.
Antes de la visita a un museo
1. Investiga las opciones. Hoy por hoy casi cualquier ciudad o pueblo tiene al menos un museo, y es muy común encontrarse con más de uno aún en los lugares más pequeños. Busca información sobre las distintas alternativas que te ofrece el lugar que vas a visitar ya que es una pena volver a casa, y descubrir después que estuviste tan cerca de un museo temático que te hubiera encantado conocer. O de la exposición temporal de tu pintor favorito. Y te lo perdiste.
2. Organiza tu visita. Lamentablemente no podremos quedarnos en cada ciudad todo el tiempo que quisiéramos. Estudia bien los horarios de apertura y cierre, los días de la semana y los días de entrada gratuita para hacer un planning de tu tiempo en la ciudad que incluya los museos que quieras visitar y te deje tiempo para el resto de las actividades. Investiga las posibles ofertas para visitar museos: abonos de ciudades que incluyen transporte y entradas a museos (incluso algunas ofrecen acceso prioritario sin tener que hacer fila y ahorrándote tiempo), abonos para varios museos conjuntos, tarifas preferenciales para familias, menores de edad, mayores, desempleados, etc. Atención: hay pequeños museos que requieren reserva previa o fijar una cita con anterioridad.
3. Sigue tu corazón, no a la masa. No hay lugar donde se deba ir por obligación si no te interesa la colección. No vale de nada ir al Louvre o al encantador Museo del Juguete de Figueres, si su contenido no te llama la atención. Una visita a un museo debe ensancharte el espíritu, alimentar tu gusto personal con lo más bello o interesante, dejar ese sedimento de conocimiento que te hace ser como eres. No sigas la masa sólo para decir: “Estuve en…” Tal vez aproveches más tu tiempo y lo vivas más a pleno perdiéndote en una galería de arte de Georgetown que en el gigantesco Museo del Aire y el Espacio de Washington.
Durante la visita al museo
4. Horario. Si cumpliste el punto 2. cumple tu planning. Si vas a visitar una de las grandes instituciones de renombre mundial, ve a primera hora (merece la pena el madrugón) para dedicarle mas tiempo y con menos multitud de curiosos de por medio, que normalmente esperan a media mañana para llegar. Otra opción en estos casos, si vas a ir buscando ciertas piezas o con una ruta personal muy definida, es ir a última hora (mira bien que el “último acceso” suele ser media hora antes del horario de cierre).
5. Deja todo. Una visita larga y detallada a uno de los grandes museos puede poner a prueba tu resistencia y tu humor (pienso en este momento en una inolvidable “carrera” por los Museos Vaticanos que casi me cuesta una amistad). Sí, suelo dejarme llevar y querer “verlo todo” por éso te recomiendo: usa el guardarropa porque harás el recorrido mucho mejor (y conservarás mejor tus fuerzas y tus amistades) si no cargas con todo en la mano. La mayoría de los museos no te dejan entrar con mochilas, pero nadie te obliga a cargar durante un par de horas con el gorro, abrigo, la bufanda, un sweater… que irán acumulándose en tus brazos poco a poco. Y junto con tus objetos en el guardarropa, deja tus prisas. No te dejes arrastrar por la masa de visitantes y (sí) no intentes “verlo todo“. ¡Mea culpa!
6. Usa todos los recursos. Hoy por hoy temos muchas herramientas para sacarle jugo a la visita. Desde las tradicionales guías de papel o las guías y planos del propio museo, hasta los recursos que encontramos en la web: planos, consejos, “rutas”,información puntual que podemos llevar con nosotros tanto en papel como en nuestros gadgets móviles. Además los museos cuentan con información en múltiples formatos: expositores, cartelería, códigos QR, vídeos, visitas guiadas, personal especializado, talleres, etc. Todo está allí para que aproveches tu visita.
7. Circuito personalizado. Vuelvo al punto 5. y después de aprender de mis propios errores, te digo: selecciona lo que quieres ver, sobre todo en grandes museos. No toda la colección te interesa por igual. ¿Máquinas de guerra medievales o joyería egipcia? ¿Mil estadios de larvas o un mini arrecife de coral? Si tienes un par de horas, elige lo que más te interese (releer punto 3.). Organízate una “ruta a medida” para que nada de lo que estás buscando quede fuera e incluso, te sorprendas con objetos que te cruces. Deja algo de margen para descubrir nuevos intereses (visita las colecciones temporales o, si se pudiera, los almacenes).
8. Descansa. Y aquí vuelvo a los puntos 3. y 5. No intentes acapararlo todo. Detente en las obras que te llegan al corazón aunque no sean las “más famosas“. Intentar asomarte a ver la Gioconda sobre las cámaras de los cientos que quieren llevarse una foto propia mediocre de una obra de arte única, es estresante. Aprovecha para mirar las piezas circundantes de altísimo valor también, mientras esperas que la pequeña nube de cámaras se desplace para dar lugar a la siguiente. Ese es tu momento, acércate y tómate tu tiempo… o pasa de ella. No pasa nada. Y cuando encuentres sillones, o sillas (¡qué pocas hay!) siéntate a tomarte un respiro viendo pasar a la gente y admirando la obra que te rodee.
9. Toma apuntes personales. Lo que en este momento tanto te atrae (el nombre de ese pintor nuevo para ti, el dato de cuándo se realizó la maqueta, detalles de la técnica o materiales, contexto histórico u obras que sirvieron de inspiración, etc.) pueden perderse en tu memoria que viene acumulando cientos de datos durante un viaje. Esos pequeños apuntes en una libreta o en tu movil, te ayudarán luego a hilvanar tus recuerdos.
Después de la visita
10. Procesa y comparte. Revive tu visita a un museo que te ha gustado procesando la información que llevas de regreso a casa: folletos, enlaces, fotos, vídeos, apuntes personales. Darles forma te permitirá observar la experiencia con cierta perspectiva y seguramente querrás enriquecerla con alguna investigación posterior. Y luego cuéntalo en el formato que quieras ya que tu vivencia personal será de gran ayuda par quien viene detrás.
Nota final: Como había dicho que serían 10 consejos, me quedé sin espacio para agregar algo que me parece fundamental: las formas. Daría tal vez para otro post pero me preocupa la conducta de los visitantes a un museo ya que en ocasiones, cuando nos topamos con uno o varios desubicados, se nos frustra nuestra propia experiencia.
Hablo de un sencillo grupo de normas de convivencia en un museo:
* No te colarás en la fila
* No gritarás
* No comerás ni beberás a escondidas
* No sacarás fotos con flash
* No empujarás
* No opinarás si no sabes
* No dejarás basura escondida
* Deja escuchar las explicaciones
* Respetarás a los guías y empleados de seguridad
* Si no entiendes, pregunta con educación
* No te burles de las obras de arte. Un desnudo no es ridículo, el ridículo eres tú.
6 Comentarios
¡Muy buenas recomendaciones! Algunas de ellas ya las he tenido que llevar a la práctica! :-)
Genial post
lo haré, gracias a ti por contestar! :D
Hola! Me encanta este post! puede que escriba algo parecido en mi blog, yo también soy apasionada de los museos aunque cuando voy con prisas, poco dinero, o mal informada lo paso fatal…… Un saludo!
Espero que nos pases el enlace cuando lo escribas! Gracias por pasar por aquà y dejar tu comentario.
Perecen sencillos, pero no está de más recordarlos :D